. Español: Un incendio ocurrido en el palacio del Pardo el 13 de marzo de 1604 hizo desaparecer la galería de retratos existente, obra de los mejores artistas de la época: Tiziano, Antonio Moro, Alonso Sánchez Coello y Sofonisba Anguisciola. Encastrados en marcos de estuco en la pared, los retratos de la Sala de Reyes, organizada por Sánchez Coello por encargo de Felipe II, no pudieron ser rescatados del fuego como otras pinturas y objetos artísticos de palacio. Felipe III, consciente de la importancia de este espacio como lugar simbólico de representación de la monarquía, acometió poco tiemp

.  Español: Un incendio ocurrido en el palacio del Pardo el 13 de marzo de 1604 hizo desaparecer la galería de retratos existente, obra de los mejores artistas de la época: Tiziano, Antonio Moro, Alonso Sánchez Coello y Sofonisba Anguisciola. Encastrados en marcos de estuco en la pared, los retratos de la Sala de Reyes, organizada por Sánchez Coello por encargo de Felipe II, no pudieron ser rescatados del fuego como otras pinturas y objetos artísticos de palacio. Felipe III, consciente de la importancia de este espacio como lugar simbólico de representación de la monarquía, acometió poco tiemp Stock Photo
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. Español: Un incendio ocurrido en el palacio del Pardo el 13 de marzo de 1604 hizo desaparecer la galería de retratos existente, obra de los mejores artistas de la época: Tiziano, Antonio Moro, Alonso Sánchez Coello y Sofonisba Anguisciola. Encastrados en marcos de estuco en la pared, los retratos de la Sala de Reyes, organizada por Sánchez Coello por encargo de Felipe II, no pudieron ser rescatados del fuego como otras pinturas y objetos artísticos de palacio. Felipe III, consciente de la importancia de este espacio como lugar simbólico de representación de la monarquía, acometió poco tiempo después su reconstrucción, encargando esta misión a Juan Pantoja de la Cruz (h. 1553-1608), discípulo de Sánchez Coello, que hizo uso de modelos precedentes para la recreación de la nueva sala de retratos. La efigie del emperador presidió ambas galerías, según el modelo creado por Tiziano, demostrando que la imagen oficial de Carlos V se encontraba ya definida, así como el papel que los artistas de la corte ejercieron en su transmisión. El empleo de copias y réplicas fue una práctica habitual en una sociedad que desconocía el sentido de originalidad que caracteriza al mundo contemporáneo, especialmente en los talleres de corte dedicados a la producción de retratos, sin que por ello disminuyera el valor de las obras. La firma de Pantoja en esta pintura indicando su calidad de traductor hace suponer la consideración que le merecía el original, para quién realizaba la copia y el lugar en el que iba a instalarse. Carlos V (1500-1558) fue el hijo varón primogénito de Juana I de Castilla y de Felipe el Hermoso. Muy joven había heredado por línea materna los reinos de Castilla, Aragón, Navarra y sus posesiones italianas, y por línea paterna, los territorios dinásticos de los Habsburgo. Coronado emperador de romanos por el papa Clemente VII en 1530 en Bolonia, había obtenido notables victorias frente a los turcos y los protestantes, y bajo su mand